La primera de ellas, Google Family Link, parece más fácil de usar y es una buena elección para filtrar webs, sobre todo aquellas que integren contenido para adultos. En total es capaz de bloquear el 95% de las páginas pornográficas. Lo peor es que no tiene suficiente capacidad para gestionar los contactos del menor.
Por su parte, la aplicación Apple Tiempo de Uso tiene excelentes resultados gestionando las aplicaciones y es muy buena para controlar el tiempo de uso. Entre sus inconvenientes, el cifrado de páginas web es solo aceptable, es obligatorio que el móvil de tu hijo sea iOS y la función de geolocalización es mejorable.
¿Por qué interponer un control parental?
Hay que tener en cuenta que los niños pueden acceder a cualquier tipo de contenido en Internet que puede redirigirles a la violencia o a la pornografía, con resultados muy perjudiciales para la docencia y aprendizaje. Pero también pueden hacer compras online no autorizadas, realizar llamadas a diestro y siniestro sin nuestro consentimiento y enviar mensajes a desconocidos.
Pero una de las razones principales por las que hay que tener sumo cuidado es el ciberacoso y las suplantaciones de identidad. Por un lado hay muchos niños que caen en depresión por ser insultados y por recibir vejaciones de otros alumnos a través del móvil. Por otra parte, existe la posibilidad de que estén expuestos a la técnica de ingeniería social denominada grooming, es decir, adultos que se hacen pasar por menores de edad para engatusar a sus víctimas y lucrarse con fines sexuales.